martes, 3 de mayo de 2016

SEIS RAYOS DE PLATA


Hay un hondo misterio en tu sonoro
y ardiente corazón, guitarra mía,
gozas pensando y hay en tu alegría
transportes de pasión, gotas de lloro.

Te dio su corazón el dulce moro,
el íbero te dio, su alma bravía
y la América virgen, se diría,
puso en ti, de su amor, todo el tesoro.

Por eso en tu cordaje
soberano,
que vibra con acento casi humano
es a veces, tu voz como un lamento.

Como queja de tu alma solitaria
en cuya triste y mística plegaria
florece sin cesar el sentimiento.

Agustín Barrios Mangoré

La guitarra, esbelta, delicada, cálida y con sus sonidos tan variables, en un momento profundos y al instante rápidos y agudos, es sin duda la herramienta básica del Ensamble de Guitarras de Quito. Esta agrupación, integrada por 8 músicos, fue creada en 1993 como parte del Departamento de Desarrollo y Difusión Musical del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito. Actualmente está administrada por la Fundación Teatro Nacional Sucre y ensaya diariamente en el Centro Cultural Mama Cuchara.

Al ser la guitarra un instrumento tan versátil, capaz de interpretar muchos géneros, el ensamble ha tocado varios repertorios, que abarcan desde música renacentista hasta música ecuatoriana de vanguardia. En este mes, al recordar los 127 años del nacimiento de uno de los más grandes guitarristas latinoamericanos, el grupo presenta un tributo al paraguayo Agustín Barrios, conocido como Nitsuga Mangoré. Este gran músico, además de compositor y ejecutante de guitarra, también se acercó a la filosofía, poesía y teología, dominaba el castellano y el guarní, lengua nativa del Paraguay. Fue en 1932 cuando realizó por primera vez una presentación con este nombre: Nitsuga viene de Agustín escrito al revés; y Mangoré nace de un legendario jefe guraní que se dice que murió de amor.


Un justo reconocimiento al genio de la guitarra que trascendió las fronteras de la cultura universal.


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