Texto: Jefferson Herrera
Producción Centro Cultural Mamacuchara
Fotografía: Archivo Teatro Nacional Sucre |
La
Orquesta de Instrumentos Andinos (OIA) y el Coro Mixto Ciudad de Quito, agrupaciones que se encuentran bajo la dirección de Patricio Mantilla y Natalia Luzuriaga, respectivamente, tuvieron
la oportunidad el pasado 18 de septiembre de interpretar Misa Ecuatoriana del
conocido músico y compositor ecuatoriano Segundo Cóndor.
El
emblemático escenario del Teatro Nacional Sucre fue testigo de una puesta en
escena cuyo objetivo fue revitalizar un agradecimiento a la tierra y a la vida,
bajo la dirección del maestro Tadashi Maeda, Director Musical de la Fundación.
Fotografía: Archivo Teatro Nacional Sucre |
La
sonoridad de los instrumentos andinos y las voces del Coro Mixto Ciudad de
Quito se concatenaron en una noche donde se interpretó una importante obra del
maestro Cóndor. La emoción, el sentimiento y los recuerdos estuvieron a flor de
piel en una gala en la que el público disfrutó del talento de dos elencos que
tienen como sede al Centro Cultural Mamacuchara.
Un
público diverso y amante de la
producción nacional disfrutó de un espectáculo lleno de luces, nostalgia y
música en un tributo que logró seducir los oídos del público que siempre está sediento
de melodías de la más alta calidad artística.
Fotografía: Archivo Teatro Nacional Sucre |
En
palabras de Patricio Mantilla, director de la OIA, este evento fue una
oportunidad para hablar de uno de los compositores más versátiles de la escena
ecuatoriana. Y es que el arte musical del país se ha enriquecido con la obra de
este talentoso compositor, un autodidacta cuyo talento demuestra versatilidad,
compromiso y creatividad. “Yo calificaría su trabajo como excelente, es
sencillamente uno de los músicos más importantes que hay en el país, con una
vocación impresionante.”
Segundo Cóndor: un artista,
un ser humano
Fotografía: Marko Bizarro |
Segundo
Cóndor es un músico y compositor quiteño, nacido en 1957. Su pasión por la
música popular ecuatoriana comenzó en sus primeros años de vida como un sueño
por musicalizar su vida, que lo llevó a involucrarse en la actividad artística con
anhelo.
Fotografía: Archivo de Mariela Condo |
En
palabras de Andrea Cóndor, hija de Segundo y cantante de la Escuela Lírica, “la
disciplina de él se demostraba en varios aspectos de su vida, su puntualidad
por ejemplo”. Además rescata el gran empeño de su padre al haberse formado
fuera de las aulas, un autodidacta que siempre
demostró su versatilidad en cada momento de la interpretación y la creación
musical.
Andrea
manifiesta que la trayectoria de su padre en sus inicios estuvo muy relacionada
a la composición de música tropical y latinoamericana, “tenía una estrecha
relación con las agrupaciones que se dedicaban a este género musical, aunque su
interés profesional en realidad era generar un proceso de rescate de la música
tradicional ecuatoriana a través de su trabajo como músico”.
Asimismo,
esta cantante mezzosoprano, no puede evitar sonreír al hablar de las cualidades
culinarias de su padre, “es un hombre al que le encanta cocinar, es muy
hospitalario con todos quienes van a la casa. Le gusta mucho cocinar para
quienes lo visiten”. Además, resalta lo sutil de su carácter y personalidad,
alguien cuya calma y serenidad se mantienen hasta en las situaciones más
estresantes.
Es
innegable el trabajo que el maestro Cóndor ha realizado y los frutos que el
mismo ha conseguido. Para el maestro Mantilla, el legado del compositor se puede
identificar en cuatro facetas: por un lado, logró trabajar en la armonización y
en la variación de acordes de muchos temas ya existentes y, por otro,
diversificar la interpretación musical de varios géneros. “En un tercer punto
hay que rescatar la limpieza técnica de sus arreglos y en un cuarto aspecto hay
que mencionar lo propositivo de su talento: aporta constantemente con nuevas
ideas al arte sonoro”, algo con lo que concuerda Andrea, quien afirma que la
labor artística de su padre siempre ha estado al tanto de movimientos
vanguardistas con el objetivo de refrescar lo ya hecho.
Fotografía: Marko Bizarro |
No hay comentarios:
Publicar un comentario